El sonido del cuerno se extendió sobre las copas de los arboles más grandes del bosque frondoso, los centinelas se apresuraron a contestar a la llamada de alerta de su capitán.
El paso del Sur, uno de los pocos pasos a la ciudad de los elfos estaba siendo atacado.
Aquella noche, el atacante era concreto, puesto que era una manada de nigromantes ( personas que se convertían en lobo en luna llena) que salían de la oscuridad del bosque, la primera avalancha era de unos cuarenta, y aparte había una veintena de sombras escondidas en los árboles.
El capitán decide llevar una docena de centinelas a la puerta a defender, y los mejores tiradores que se quedasen en los arboles tirando flechas, los elfos estaban al máximo de sus fuerzas, y no podrían aguantar más tiempo,de repente una de las centinelas (Eilai) se da cuenta que un pequeño grupo se separa de la manada y va a avisar al capitán pero no le hace caso, y es cuando decide ir a buscar a su marido (Anthor, que está en la puerta, y los dos van a la puerta del norte que es donde parece que va el pequeño grupo.
Una hora más tarde divisan la imagen del grupo, y preparan sus arcos para aniquilarlos lo más rápido posible, pero los descubren y los lobos les atacan, hiriendo a Eilai.
Tras vencer la batalla, el capitán les pregunta a Eilai y a Anthor que a ver donde han estado, y le contestan que han ido a la puerta del norte, pero el capitán no acepta esa escusa hasta que se da cuenta que ella está herida, y entonces la llevan a donde el brujo para que la sane, y que no coja la enfermedad de los igromantes (aunque en un elfo de cierta edad no le afecta).
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